En la apacible tarde de mis reservados sueños
apareces tu con tu desenfreno
y remolinos haces de mis pensamientos
que se expresan con febriles deseos
De degustar el sabor dulce de tu boca
de empapar la oscuridad de mi universo
de estremecer todo mi cuerpo
ante el erotismo de nuestro último encuentro
Espasmos de excitación generas
cuando a mi memoria llegan
los recuerdos de tu piel salada
ahora entre mis piernas liberadas
no hay lector más indiscreto,
ResponderEliminarque aquel que espia por los recobecos,
aquel que solo es un mudo participe,
de una poesia pasada por deseos.
Gracias Jorge, ahora si ya entendí. Muchas gracias por pasar y no ser indiscreto....
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